Testimonios
· Mariana C. (Galicia) ·
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Ana me está devolviendo la salud, es un proceso que requiere paciencia y compromiso.
Ana es una terapeuta sumamente informada, formada y que constantemente está en busca de ampliar sus conocimientos.
Conoce y aplica conocimientos que la medicina alopatica desconoce ya que no está interesada en sanar sino en mantener enfermos crónicos.
Voy a estar eternamente agradecida a Ana por haberse cruzado en mi camino.
· Sofía C. (Barcelona) ·
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Trabajar con Ana ha sido muy beneficioso para mi salud.
Gracias a ella he sabido que tengo parasitos, que me estaban causando hinchazón, cistitis y candidiasis.
Gracias a su protocolo y sus consejos alimenticios y de salud, estoy mucho mejor.
Ya no se me hincha la barriga y no he vuelto a tener ninguna crisis de cistitis y candidiasis.
Estos 4 meses de tratamiento y desparasitación han sido muy fuertes para mi física y emocionalmente, me han surgido muchos miedos, crisis curativas y dudas y siento que Ana también ha sabido acompañarme en eso, para poder seguir confiando en mi proceso de sanación.
Sé que todavía me queda camino para seguir mejorando mi salud, pero estoy muy contenta con lo conseguido hasta ahora.
· Hugo C. (Chile) ·
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Enfermé por una medicación prolongada, toqué muchas puertas, nadie supo ayudarme, solo perjudicarme, hasta que llegué a la puerta indicada: la consulta de Ana Ortega.
Ella supo entenderme inmediatamente, empatizó profundamente conmigo. Me dio una tranquilidad INEXPLICABLE en ese momento de CAOS.
Pudo hablarme con exactitud de lo que me pasaba, manejaba la información precisa, eso me voló la cabeza y me dio mucha confianza.
Algo que me encanta de su consulta es lo personalizada que es. Ella se involucra a un nivel con sus pacientes, ella lo da todo.
Algo que no puedo dejar pasar son los suplementos o herramientas que Ana entrega, un suplemento o herramienta que ella te da ayuda a 5 áreas o mecanismos más, eso es INCREÍBLE, eso hace aprovechar tiempo valioso, sobre todo en la enfermedad.
Quiero terminar con esto: mi caso fue MUYYY complicado y ella siempre estuvo allí, gracias mi querida Ana.
· Ester H. (Barcelona) ·
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A los 12 años empecé a menstruar y a los 15 ya tenía que abandonar las clases y arrastrarme a casa entre dolores terribles durante el primer día del periodo. Siempre había oído a mi madre decir que había tenido periodos peores que sus partos y asumí que ésa era mi herencia. Y así me lo corroboraron los ginecólogos y médicos varios que visité durante mi via crucis particular. Finalmente, a los 19 años, me recetaron la píldora y los dolores desaparecieron. Mi felicidad y alivio por poder hacer una vida normal excede lo que pueda expresar con palabras...poco sabía el precio que iba a pagar.
Tras trece años ininterrumpidos de tomar anticonceptivos orales dejé de medicarme con la esperanza de que la medicación y la edad hubiesen solucionado algo. Vana esperanza. Un intestino demolido y un hígado colapsado empezaron a recordarme cada mes, con cólicos que me llevaban a perder la conciencia del dolor, que la iatrogenia se paga cara.
Y cuando pensaba que sólo la menopausia me libraría de ese tormento apareció Ana para enseñarme que con la alimentación y suplementación adecuadas, ciertos hábitos de vida y una buena gestión emocional nuestro cuerpo responde inmediatamente hacia el equilibrio y la salud. En tal sólo dos meses he conseguido prescindir de los analgésicos y se ha rebajado sustancialmente mi nivel de inflamación general.
Gracias a sus protocolos personalizados y la paciencia y simplicidad con que explica las razones de cada síntoma durante las asesorías he conseguido lo más importante que es comprender el por qué de mi situación. Comprender es el paso necesario para pasar a una acción coherente y sostenida en el tiempo.
Mil gracias, Ana, por ofrecer una solución real donde la sociedad ofrece enfermedad y desesperación. Se dice sólo en una frase pero la trascendencia es infinita.
· Cristian C. (Bolivia) ·
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Cuando conocí a a Ana, era un baño andante. Ya había probado algunos terapeutas que solo se dedicaban a suplementar pero no a trabajar otras vías antes ni trabajar cosas más allá de la nutrición.
Tenía depresión ya que luego de ser alguien que tenia un cuerpo trabajado por el gimnasio y una vida social muy activa, sumado con los ansiolíticos que los doctores me habían dado para trabajar la ansiedad de la cuarentena y demás cosas de esta época.
No tenia ganas de salir y no me veía curado nunca, ya que mi vida social, laboral y demás se habían visto afectadas.
Con paciencia empecé a trabajar con ella cada una de los síntomas, y si bien es cierto que no todo es un camino recto, y que hay subidas y bajadas, logramos mejorar tantas cosas que jamas que pensé que volvería a salir con mis amigos y dejar de estar encerrado en casa con miedo.
Aprendí que se necesita paciencia y disciplina, pero todo es mas fácil con Ana que te lleva de la mano y siempre trata de que estemos lo mas cómodos posibles. Aún seguimos trabajando detalles pequeños, pero sé que pronto y con paciencia podremos lograrlo.
· Adriangi (México) ·
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No sabes cuánto agradezco que hayamos coincidido, Ana, en este momento ya habría tomado un montón de medicamentos para la cistitis y ya me estaría poniendo óvulos vaginales de esos que recetan los ginecólogos para la infección vaginal. Pero afortunadamente tengo tu apoyo.
Aprovecho de comentarte que durante la menstruación sigo teniendo algo de dolor intenso, pero es que definitivamente nunca había dimensionado la magnitud del dolor menstrual que siempre me ha acompañado desde mi primera regla debido a mi endometriosis. Noté antes de que me bajara que no tuve dolor premenstrual y eso ya me empieza a indicar mejora porque antes siempre me sentía mal desde días antes de que me bajara.
Otra cosa que quiero que sepas es que con todas las cosas que he estado haciendo (cambio de alimentación a carnívora -que no he roto desde hace un año-), los suplementos que me mandaste (maravilloso), los enemas de café (soy fan), reiki, meditación, uso de menos productos en el cuerpo, etc, he sentido sin duda una mejoría impresionante durante mis días de regla y los días antes de que me baje (es increíble cómo me he mantenido sin inflamación, es maravilloso) e incluso a nivel emocional voy fantástica a pesar de las complicaciones que tengo en este momento.
Muchas gracias por todo hasta ahora, tengo muchísima fe de que llegará el día en el que pueda ir por la vida sin dolor y sufrimiento, porque ya voy viendo cómo se van extinguiendo gracias a tu gran apoyo y guía.
· Vicky L. (Argentina) ·
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La mejor decisión tomada con respecto a mi salud fue consultar con Ana cuatro meses atrás. Derivada de médico en médico, tanto desde la medicina tradicional como desde la medicina “integrativa” o “funcional”, siempre fui catalogada como un “caso complicado” por mis problemas autoinmunes (tiroiditis de Hashimoto en aquel entonces, hoy en día estamos descubriendo también Esclerosis Múltiple) y, principalmente, por mis problemas digestivos e histamina (por cándida, exceso de estrógenos y demás) en los que padecía de intolerancia a prácticamente todos los alimentos menos las carnes, específicamente las carnes crudas de res. Por esa razón decidí comenzar la dieta carnívora, a principios de este año (febrero del 2020). Pero no fue hasta junio que decidí comenzar a asesorarme con Ana, ya que, si bien el carnivorismo había ayudado en muchos síntomas, seguía con problemas de hígado y vesícula, fatiga adrenal, cándida e histamina elevada.
Gracias a su asesoría, a su comprensión y dedicación, hasta ahora logramos mejorar en muchos aspectos relacionados con la histamina y con algunos síntomas digestivos. Me animó, en su experiencia, a probar las carnes crudas hace un mes y a perder el miedo (que tenía muy instalado) y eso me está permitiendo sanar más rápidamente, sin ningún problema adverso. Todavía seguimos trabajando juntas en mis problemas de hipoclorhidria, vesícula y sistema nervioso, y gracias a sus pautas estamos avanzando, de a poco pero seguro. Y, sobre todo, debo decir que gracias a su apoyo y a su disponibilidad para con sus clientes, incluso cuando estamos en diferentes continentes (yo soy de Argentina), me he sentido más acompañada que nunca en mi tratamiento.
Recomiendo fervientemente sus asesorías para el que no ha encontrado un espacio o entendimiento desde la medicina, ya que han sido mi mejor inversión hasta el momento.
· Christine M. (Estados Unidos) ·
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Conocí a Ana al comienzo de mi camino para sanar mi endometriosis. Eramos dos desconocidas separadas por un océano, intentando hacer lo que los médicos no lograron: sanar nuestro cuerpo de una enfermedad incapacitante.
Empezamos a intercambiar información, pero más allá de eso, nos hicimos amigas, siguiendo una dieta carnívora. Me motivaba mucho llevar una dieta basada en animales de la mano de Ana para manejar mi dolor. Me persuadió para que probase la leche cruda, la cual me ha ayudado muchísimo a mejorar.
Cuando mi microbiota había mejorado lo suficiente, Ana me guió sobre qué plantas medicinales usar y qué vegetales debía reintroducir para mejorar la desconexión que existía entre mi intestino y mi mente. Me ayudó y guió durante mi viaje espiritual hacia el bienestar.
Es difícil encontrar a alguien que sepa combinar su sabiduría intuitiva con conocimientos científicos. Ana combina estas cosas y no dudó en emplear todas estas herramientas para ayudarme. Ella intuyó cosas sobre mi vida, mi cuerpo, y mis ancestros, un par de años antes de que supiese o necesitase esa información, lo cual me fue muy útil.
Sin la ayuda de Ana, sé que mi proceso de sanación habría sido mucho más lento. Con su orientación, pude identificar todos los problemas, y cuando tenía dudas sobre algo, sus consejos me ayudaron a continuar por el camino adecuado. Yo estaba incapacitada con mi dolor, no podía trabajar ni tener una buena relación con mi pareja. Desde hace dos años, Ana no sólo ha sido una buena amiga, sino que también me ha ayudado a resolver de manera creativa todas las piezas del puzzle para recuperar mi salud.
Hoy en día puedo trabajar, puedo jugar, puedo amar, y le doy las gracias a Ana por haberme ayudado a obtener estos resultados. Ana siempre será mi persona de referencia en todo lo que tiene que ver con la salud y una de mis mejores amigas.